Asi sabre en que hora vivo.

Que esto es cosa de dos, y yo sin tí no puedo.

Aprendiste que los deseos por mas inalcanzables o descabellados que parezcan hay que animarse a intentarlos, arriesgarte a la aventura de dar el primer paso. Y una vez que demos ese primer paso, y aunque la lucha resulte imposible, siempre hay que seguir adelante. No hay que rendirse, supongo que haces bien en dejarte guiar por tus deseos. Porque los deseos muchas veces son buenos guías, nos muestran el lugar hacia donde partir. Como así también, a veces los deseos nos muestran el lugar al que hay que volver. A veces el secreto no es vivir deseando lo que no se tiene, sino querer lo que se tiene. Y una cosa hay que aprender: nuestros deseos no siempre van a cumplirse ya, aquí y ahora. Es parte de la vida aceptar que nuestros deseos no siempre son órdenes para un genio bueno. A veces otros deseos son los que ordenan nuestra vida.

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